martes, 19 de junio de 2012

PROMETEO ALIENADO

Prometeo
(Prometheus, 2012) de Ridley Scott, con Noomi Rapace (Elizabeth Shaw), Logan Marshall-Green (Charlie Holloway), Michael Fassbender (David), Charlize Theron (Meredith Vickers), Guy Pearce (Peter Weyland), Patrick Wilson (Padre de Shaw).
Guión: Jon Spaihts y Damon Lindelof.
Productores: Walter Hill, Tony Scott y Ridley Scott
Productor ejecutivo: Damon Lindelof

Después de 33 años, el director Ridley Scott vuelve al ataque con la historia que lo hizo famoso; los Aliens.
En este caso en forma de precuela (género iniciado por Robert Rodríguez y Quentin Tarantino en "Del crepúsculo al amanecer 3: La hija del verdugo" (From Dusk Till Dawn 3: The Hangman's Daughter, 1999), de la que fueron productores ejecutivos y que ahora está insoportablemente de moda.

La historia es la de la expedición realizada por la nave Prometeo, la que va en una misión encabezada por dos científicos que dicen ir tras un mensaje que nuestros creadores han dejado en varias pinturas de diferentes lugares y períodos de la humanidad. Si bien, la pasión por el descubrimiento es lo que mueve a los científicos, a la empresa que sustenta ese viaje le interesa conseguir ganancias del mismo, aunque el creador de la multinacional Weyland Industries tenía otros fines para dicha expedición.
Como no podía faltar en un filme donde se combine a Scott con la ciencia ficción, existe un androide que es quien cuidará de la tripulación mientras estén en animación suspendida. Los androides y Ridley Scott ya se habían dado la mano en "Alien, el octavo pasajero" (Alien, 1979) y en "Blade Runner" (1982), película en la que se inspiró el actor Michael Fassbender para darle forma a su androide. Un personaje, por otra parte, muy bien delineado desde su tiempo de espera - mientras todos duermen -, aprendiendo distintas lenguas, ejercitándose físicamente e imitando al T.E. Lawrence del filme "Lawrence de Arabia" (Lawrence of Arabia, 1962). La ductilidad del actor Fassbender logra algo imposible, que interprete a un androide que imita a un actor como Peter O'Toole realizando la actuación de Lawrence de Arabia, o sea que Michael Fassbender realiza tres actuaciones en una.
La importancia que tendrá este androide en el acontecer de las cosas es tan vital como lo han sido los androides de la filmografía de Scott.
El filme responde alguna de las interrogantes de aquel filme de 1979, como por ejemplo el encuentro de aquel ser ser gigante a la llegada del planeta al que baja la nave Nostromo y también porqué había una nave circular caída en el medio del planeta. De todas formas, por el planteo de búsqueda espiritual de "Prometeo" podemos decir que este filme deja más dudas que certezas, posiblemente atribuibles a su guionista Damon Lindelof, responsable de las grandes dudas existenciales que generaba la serie de culto "Lost" (2004-2010).
En la parte técnica el filme es simplemente genial, desde el regreso a los diseños de H. R. Giger (un artista con bastante morbo y que abusa de los símbolos fálicos), a la música de Marc Streitenfeld, con quien trabaja por quinta vez y logra una banda sonora que homenajea a "2001: Odisea del espacio" (2001: A Space Odyssey, 1968). El vestuario que también rinde homenaje a los clásicos del género y más especialmente al Buck Rogers creado en 1928 por Phillip Francis Nowlan, también es un gran logro del filme.
Si bien el 3D funciona muy bien en escenas como la del recuerdo en sueños de Elizabeth Shaw - la sueca Noomi Rapace, a quien conocimos como Lisbeth Salander en "Los hombres que no amaban a las mujeres" (Män som hatar kvinnor, 2009) o  con algunos detalles del planeta; como en toda película en este formato no deja de ser un accesorio, lo importante siempre será la historia.
En este caso, el guión tiene algunos baches (que pueden corregirse en una siguiente entrega), pero por momentos en función de lo efectista pierde un poco de coherencia. Entendámonos, que una historia sea de ciencia ficción no implica que deba permitírsele todo por no ser realista, la coherencia en la historia es algo que no debe abandonarse, independientemente del género de la obra.
¿A que nos referimos con esto? A que, con el fin de enlazar este "Prometeo" con aquella "Alien", en los últimos minutos se busca que encaje todo a la perfección, incluso si en momentos previos la historia iba por otro lado. La elección que hace el gigante extraterrestre, que decide dejar su misión para eliminar a un humano es, por lo menos, ingenua ante el espectador; pero a pesar de esos detalles, el filme es mucho mejor que los filmes promedio del género.

El regreso de Ridley Scott al género se le agradece, aún si sus fines no sean muy sanctos (había que remontar los fracasos de sus últimos filmes) y sobretodo si sabemos que va a seguir con este moda de las precuelas, ya que ha anunciado la precuela de su otro clásico del género "Blade Runner".
Si dejamos esos detalles a un lado, a la hora de ir a disfrutar del filme, se logra hacerlo. Quizás la búsqueda existencial sea el McGuffin de Scott (término que usaba Hitchcock para describir a aquello que parecía importante, pero sólo le interesaba para desarrollar una historia), pero de todas formas "Prometeo", al igual que el Titán nos da un poco de ese fuego de los dioses que nos servirá para apreciar, quizás no una obra maestra, pero si una buena obra cinematográfica.

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